Comida afrodisiaca casera

comidas afrodísiacas.

Bananas: Su forma dice falo, a gritos. Pero bajo ninguna circunstancia queremos una chiquita banana, ¿verdad, amigas? Dejando el relajo, hay un mito musulmán que dice que cuando Adán y Eva fueron expulsados del paraíso comenzaron a cubrirse con hojas de banano (no de parra). Dicen que su encima, la bromelaína, mejora el desempeño del macho, y se sabe que son ricas en potasio y el complejo de vitaminas B, necesarias para producir hormonas sexuales.

 

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Café: La cafeína es un reconocido estimulante, pero si bebes demasiado te puede deprimir. Sírvele a tu amado una tacita de espresso dulce y caliente, como decía Voltaire que se debía tomar el café. Y recuerda que si tu media naranja necesita café para mantenerse despierto en tu compañía, probablemente el problema sea más profundo.

Cilantro (semillas): Las Mil y Una Noches cuenta de un mercader que se pasó cuarenta años sin tener hijos, pero quedó curado con un potingue que contenía semillas de cilantro. Como el libro tiene más de mil años, las propiedades atribuidas al cilantro también son milenarias.

Caviar: Alto en zinc, estimula la formación de testosterona, con lo que se mantiene la funcionalidad masculina. Además tiene un olorcito altamente evocativo.

Chocolate: El manjar de los dioses: eso es lo que significa Theobroma cacao, y lo que significa Xocoatl en náhuatl. Contiene compuestos químicos que afectan a los neurotransmisores del cerebro y una substancia relacionada a la cafeína que se llama teobromina. Además se cree que estimula la producción de serotonina, que da la sensación aquella de enamoramiento. Hace algunos siglos estuvo prohibido en algunos monasterios por el efecto que tenía sobre los monjes.

Espárragos: en el siglo XIX, se le servía espárragos a los novios en vísperas de las bodas, para estimular su vigor. Además, puedes alimentar a tu amado con los deditos, lo que siempre es muy sexy.

Fresas, frambuesas: Perfectas para ponérselas en su boquita, con tu manita. Altos en vitamina C, son un postre perfecto, ligero, para no sobrecargar el sistema. Además van divino con el chocolate y la champaña.

Fugu: En Japón, este pescado es considerado una exquisitez. Un chef necesita una licencia especial para servir fugu, ya que si no se eliminan bien sus glándulas venenosas, puede resultar letal. Yo prefiero jugarme la vida de otras formas. Mátame de amor, chico, pero no de pescado crudo. Do not try this at home.

Ginseng: Aumenta el deseo de tener contacto físico, aumenta la energía, aumenta un chorro de cosas. Gran piedra pa’l biombo. Y pa’l bimbo.

Higos: Un higo abierto evocaba en los antiguos griegos al órgano sexual femenino, y los griegos tenían un ritual de cópula desenfrenada para celebrar la cosecha del higo, que siempre se ha considerado símbolo de fertilidad, por la gran cantidad de semillas que tiene la fruta. Imagínate si hubieran visto una guanábana, con todas esas pepotas negras en esa carnita blanca…

Jengibre: Efectos y reputación similar a la del ginseng, además de ser buen remedio contra la artritis. Si vas a seguir el Kama Sutra, ten tu té de jengibre a mano, chico.

Miel: Los antiguos egipcios tenían gran fe en las cualidades curativas de la miel, y la aplicaban a todo tipo de malestares, entre ellos la esterilidad y la impotencia. La hidromiel, bebida fermentada basada en miel, dio origen al término “luna de miel”.

Nuez moscada: Las chinas la consideran un gran afrodisíaco, y en grandes cantidades puede tener un efecto alucinógeno. O sea, ten cuidado. Demasiada nuez moscada y hasta el cuco te va a parecer guapo.

Ostras: Entre las más famosas piedras pa’l biombo, se dice que Casanova se preparaba para sus maratones eróticas comiéndose dos docenas de ostras. Algunas ostras cambian de sexo varias veces, lo que ha generado el mito de que las ostras te permiten experimentar los lados masculino y femenino del amor. Si eso te falla, busca por la Avenida 4 de Julio.

Piña: Es rica en vitamina C y se usa como tratamiento homeopático contra la impotencia. Pero es para comer, chico. Una cara de piña le quita las ganas a casi cualquiera.

Piñones: Son ricos en zinc, mineral esencial para la potencia masculina. En vista de lo aprendido aquí, el pesto (ajo, albahaca, piñones) puede ser un alimento perfecto para comer con tu amado.

Plata: Dinero, pisto, bille. Hace maravillas por los hombres brutos y las mujeres feas.

Rábanos: Los faraones egipcios los consideraban afrodisíaco, especialmente debido a que su saborcito picantito estimulaba el paladar.

Regaliz: Gran remedio chino, la esencia de la Glycyrrhiza glabra, la glycrrhizin, es cincuenta veces más dulce que el azúcar. Se dice que –especialmente en el caso de las mujeres—masticar pedacitos de raíz de regaliz aumenta la lujuria. Así que ya sabes, si te dice “tengo dolor de cabeza, querido”, dale dos aspirinas y dos palitos de regaliz.

Trufas: Las trufas tienen un compuesto muy similar a las hormonas que liberan los hombres por las axilas cuando están excitados. Además son carísimas, y a todas nos gusta que nos traten como reinas.

Vainilla: Originaria de México (sí, Saltamontes) hay un mito que dice que la joven Xanat, hija de la diosa de la fertilidad, amaba a un joven humano. Como ella era diosa y él mortal, no lo pudo desposar, pero se transformó en una planta que le diera placer y felicidad.

Vino: Una copita o dos puede relajar y ayudar a quitar las tensiones. Pero cuidado, recuerda que in vino veritas, no se te vaya la mano y por ahí mismo, la lengua.

Zanahorias: Nuevamente, lo del falo. Alta en vitaminas y betacaroteno, es buena para la vista. Y ya sabes que “ojos que no ven, corazón que no siente”.

http://mensual.prensa.com/mensual/contenido/2003/02/12/hoy/revista/874989.html

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